Eli
“Cuando me diagnosticaron la enfermedad, yo tenía 42 años, una niña pequeña de tres años y estaba llena de vida y de felicidad. Mi vida era maravillosa y de pronto te detectan esto. Lo mío es un cáncer de colon y ya de entrada me dijeron que tenía múltiples metástasis y que no me podían operar. Empezamos a hacer quimio a saco paco y a ver qué pasaba. Fue todo bien pero ese periodo de inicios fue muy duro. Lo que se echa de menos es precisamente lo que nosotras hemos creado. Cuando te acabas de situar con toda la información y con todo el lío, llega la primera sesión de la quimio. Yo recuerdo que no tenía miedo e iba contenta y con fuerza pero muy desinformada: en mi familia no había nadie que hubiera tenido cáncer ni tenía amigos ni conocidos ni gente cercana que me pudiera ayudar. El oncólogo te dice lo que te va a pasar, efectos secundarios y todo el rollo y tienes allí a las enfermeras, que te dan toda la ayuda pero yo, que soy una persona de hablar, me hubiera gustado que alguien me hablara, alguien que lo estuviera viviendo. Entonces yo fui a la primera sesión con fuerza, pero me senté en el sofá y a los cinco minutos vi que a la señora del sofá de al lado, le dio una reacción alérgica, ¿sabes? Una medicación. Se lió una buena y cuando estaba acabando, entonces empezó el señor de enfrente, entonces yo pensé, Dios mío, la siguiente soy yo fijo y entonces, la primera sesión fue un poco caótica y tal. Después todo fue muy bien. Y así llevo cuatro años, entonces, cuando iba a la quimio echaba de menos el poder hablar con alguien. Creo que en cuanto te detectan la enfermedad, deberían facilitarte el tríptico de la asociación y decirte: si quieres puedes contactar con esta gente, que te van a explicar, que te van a ayudar, vas a poder resolver dudas a nivel emocional, psicológico, no sé, todo lo que se te ocurra, creo que sería tan importante, creo que debemos ir por allí, que la gente nos conozca para eso, para parar ese impacto. Que tienes familia, que tienes amigos pero necesitas a alguien que lo haya vivido, que lo esté viviendo, que puedas compartir, que puedas hablar sin ningún tipo de tapujos, con total libertad, yo puedo hablar con amigos, con mi hermana, con mi madre o con mi padre (no, porque no quiero preocuparlos) pero no es lo mismo, yo necesitaba eso, que hubiera algo que me entendiera, que lo estuviera viviendo, es lo que yo hubiera querido, que hubiera habido alguien que me entendiera, por decirlo de alguna manera. en la asociación lo he encontrado, de hecho, cuando nos propusieron con el grupo de chicas que estábamos me pareció un reto maravilloso y todo lo que pueda hacer, lo haré porque es una labor muy importante”.
- Published in Testimonios
Carol
“Dones en Actiu significa todo lo bueno que hay en mí. Es una forma de ser, de estar en el mundo, de vivir. Esta elección que he tomado de ofrecer tiempo, ideas y experiencias. Siento emoción y disfruto mucho al pertenecer al grupo. Para mí, Dones en Actiu es un apoyo emocional importantísimo que no puedo tener con otras personas. Compartimos experiencias, cosas que no sabemos, nos informamos mutuamente. Es mi segunda familia. Cuando me propusieron entrar en el grupo sentí mucha emoción, comprometerme con algo tan lindo y agradable, me siento muy cómoda y querida, cada uno va aportando su granito de arena y así esto hace que salga todo adelante, unidos hacemos la fuerza. Creo que Dones en Actiu está compuesto por personas increíbles, muy humildes, muy sinceras ante las cosas. Yo vine de otro país para hacerme el tratamiento aquí en España y para mí fue un cambio muy grande el hecho de conocer la asociación”.
- Published in Testimonios
Miguel
“Llevo tres años con mi enfermedad. Yo iba a un psicólogo porque tenía una depresión muy grande y no me convenció.
(més…)- Published in Testimonios
Mercè
“Dones en Actiu es una nueva fuente de información fiable. Cuando uno empieza con este mundo de la oncología va muy perdido porque de hecho, sabe las mínimas cosas que te han ido diciendo y que has ido sintiendo. A veces, estas informaciones no te sirven cuando te toca a ti y necesitas alguien que realmente te oriente y te diga: no, esto es así y esto es asá. Para mí ha sido importante y a raíz de Dones en Actiu, he conocido a muchísima gente que me ha ido muy bien, gente que tiene las mismas patologías que yo, hemos compartido experiencias y la verdad es que ha sido genial.Hablamos, no siempre es de la enfermedad, ¿vale? La enfermedad siempre sale, pero luego vas conociendo a la persona, a las familias: Yo estoy casado, yo estoy juntado, tengo tres hijos, yo ya no tengo padres… Cada uno cuenta su vida. En mi caso, hasta que no empezamos con Dones en Actiu, iba sola con mi enfermedad a cuestas. Tenía a mi familia, pero no tenía a nadie más fuera de ellos y me ha ido muy bien, conocer a tanta gente y tener relación con tantas compañeras. Compartir lo que a ti te pasa con otras personas, te hace sentir mejor, parece que no tenga que ser, pero es así. Cuando acabamos una “charla” con gente (las charlas del hospital son una cosa) y dices, vamos a tomar un café, y somos dos o somos tres, siempre les pregunto lo mismo: ¿Cómo te sientes ahora? (después de haber hablado, de haber dicho o simplemente, no dicho) y todo el mundo me dice lo mismo, ostras qué bien, qué rato más bueno, deberíamos hacerlo más veces. La gente tiene ganas de comunicarse con otras personas fuera de la familia. Cuando a uno le van a hacer una prueba, cuando uno está solo en el hospital ahora con el Covid-19, agradece que le envíes un WhatsApp, ¿Puedes hablar? Y le dejas dos minutos de charla por teléfono y luego te dicen, ostras aquellos dos minutos, qué bien que me fueron. Éste es el apoyo que nos podemos dar y es lo que hacemos. Para mí es genial y me encanta poder hacerlo”
- Published in Testimonios